¿Avería en carretera? Cómo actuar
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES EN CASO DE AVERÍA
Según los últimos estudios, la edad media de los vehículos que circulan por las carreteras de España supera los 12 años de antigüedad. Esto se traduce en una mayor probabilidad de sufrir una avería en carretera. Es por ello que una revisión y puesta a punto periódica es un hábito muy recomendable para evitar futuros sustos, especialmente en coches con cierto recorrido. Aún así, una avería en carretera es una posibilidad con la que debemos contar, y si es así, lo mejor que podemos hacer es tener claras una serie de pautas a seguir.
Lo primero que debemos hacer es estar atentos a los síntomas. Si percibimos un ruido extraño o diferente en el motor, que el freno o el acelerador no funcionan con normalidad o que el coche reduce su velocidad, lo primero que debemos hacer es mantener la calma, y avisar al resto de conductores de nuestra situación activando las luces de emergencia. Una vez hecho esto, si es posible hemos de buscar un lugar seguro dónde estacionar nuestro vehículo, ya sea en el arcén o en una zona de poco transito, evitando ponernos en peligro a nosotros mismos y al resto de conductores. Si no tenemos más remedio que estacionar en un lugar donde nuestro coche obstaculice la circulación, es importante recordar que debemos colocarnos el chaleco reflectante antes de abandonar el automóvil. Después debemos colocar los triángulos de emergencia a la distancia estipulada, para advertir al resto de conductores de que hay un vehículo detenido en el arcén.
Es importante tener claro cuál es la normativa a la hora de colocar los triángulos de emergencia. En el caso de que circulemos por una carretera de doble sentido habría que colocar un triángulo por delante de nuestro coche, y otro triángulo detrás. A una distancia mínima de 50 metros. Para calcular los metros podemos usar pasos largos. La finalidad de los triángulos es que otros conductores sean conscientes de que hay un coche estacionado desde al menos 100 metros antes de llegar a su altura. En el caso de que haya visibilidad reducida, ya sea por motivos meteorológicos, o porque nos hayamos visto obligados a aparcar en una curva o en un cambio de rasante, hemos de ampliar la distancia de los triángulos con respecto al coche averiado.
En caso de que hayamos averiado en una autopista o autovía, el protocolo es similar al caso anterior, con la excepción de que únicamente tendremos que colocar un solo triángulo a 50 metros de la parte posterior del vehículo, ya que en este tipo de vías no corremos el riesgo de ser alcanzados por coches que circulen en sentido opuesto al nuestro.
Una vez señalizado correctamente, podemos avisar a nuestro seguro o al servicio de asistencia en carretera que tengamos contratado. Mientras esperamos a que lleguen, debemos mantenernos lo más apartados posible de la calzada, y siempre con el chaleco reflectante puesto, para evitar atropellos.
